sábado, 15 de febrero de 2014

Qué torre elegir en SHANGHAI para subir a ver las mejores panorámicas

Visitar la zona financiera de Pudong, durante tu viaje turístico a Shanghai, en China, es sinónimo de visitar grandes rascacielos y subir a unos miradores de gran altura para disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de la ciudad.
A continuación te voy a detallar tres opciones de torres a las que puedes subir, todas muy cercanas entre sí
1. Torre Oriental Pearl TV
Es el gran icono de la modernidad en Shanghai. La Torre Oriental Pearl TV, con sus 468 metros de altura total, es la más antigua de las tres a las que me refiero en este tema, pues fue construida en 1995.
Pero aparte de un excelente mirador, tiene una gran ventaja respecto a los dos rascacielos vecinos, su restaurante giratorio, situado en la esfera de mayores dimensiones, donde puedes dar en una hora la vuelta completa, de forma que puedes ver las panorámicas de Shanghai desde todas las panorámicas posibles.
Dicho restaurante, ideal para degustar una cena tipo buffet disfrutando de las vistas nocturnas de Shanghai, tiene un precio (2011) de 280 CNY (31 euros). Si prefieres subir a comer, cuesta 200 CNY (22 euros).
El precio de la entrada (2011) para subir a los miradores de las segunda y la tercera esfera es de 150 CNY (17 euros)
...
2. Torre Jinmao
Se trata del segundo rascacielos más alto de la zona de Pudong, y su diseño sigue el estilo tradicional de las pagodas chinas.
Inaugurado en 1999, con 420 metros de altura y 88 pisos, hasta agosto de 2008 era el rascacielos más alto de China, y puedes subir al mirador que se encuentra en el último piso.
El horario de visita de la Torre Jinmao en Shanghai es de 8,30 a 22 horas, y el precio de la entrada (2011) es de 88 CNY (10 euros).
...
3. Torre World Financial Center
Este enorme rascacielos es el más alto de China, con 492 metros de altura y 101 pisos.
Situado junto a la Torre Jinmao, el rascacielos World Financial Center se inauguró
en agosto de 2008.
Puedes visitarlo desde las 9 hasta las 23 horas, y el precio de la entrada (2011) para subir al mirador del piso 94 es de 100 CNY (11 euros), y para el piso 100, 150 CNY (16,7 euros).
Las vistas a mayor altura de Shanghái
No hay cuartel en la guerra por arañar el cielo de Shanghái. No ha acabado la construcción del rascacielos llamado a romper el récord de altura de la ciudad -y, por lo tanto, del país-, cuando ya se comienza a trabajar en los cimientos de otro que lo superará en poco tiempo. Y no puede faltar en cada edificio un mirador a cual más espectacular, claro. Es un lucrativo negocio que ayuda a recuperar parte de la ingente inversión, porque no hay turista que no quiera subir a las alturas. No en vano, la capital económica de China, también la ciudad más poblada del país más nutrido de gente del planeta, solo se muestra en toda su brutal ferocidad a vista de pájaro.
Pero la ciudad que hoy tiene el mayor número de rascacielos del mundo no hace ni tres décadas que dejó de ser un ‘skyline’ plano. La torre Perla del Oriente rasgó el cielo por primera vez en 1994 con sus 468 metros -hasta el final de la antena-. Abrió entonces, cuando las reformas económicas comenzaban a dar sus resultados, un observatorio desde el que la nueva zona económica de Pudong todavía se veía como una gran explanada de huertas en el que las excavadoras comenzaban a sentar los cimientos del centro financiero llamado a convertirse en uno de los más importantes del mundo.
Tardaron un lustro en construir otro edificio de altura similar. El rascacielos Jin Mao elevó bastante el espacio habitable, pero su observatorio, situado en la planta 88, solo le ganó un metro al más alto de la Perla del Oriente. Eso sí, las vistas habían cambiado sustancialmente. Más rascacielos nacían y crecían a los pies del nuevo gigante, en el que los visitantes suben hasta los 340 metros del observatorio en solo 45 segundos -los ascensores vuelan a 9,1 metros por segundo-, y China ya era el dragón que había despertado. En cualquier caso, el reinado del Jin Mao no iba a ser largo.
Nueve años después, coincidiendo con la puesta de largo propiciada por los Juegos Olímpicos de Pekín, Shanghái completó el SWFC -comúnmente conocido como ‘el abrebotellas’-, y abrió el que entonces era el observatorio más alto del planeta, situado en la planta número cien. Es, a 474 metros sobre el suelo, ‘la pasarela del cielo’. Y, ahora, desde su estructura de acero y cristal, la megalópolis aparece como una infinita jungla de asfalto poblada por gigantescas moles que perforan la terca niebla que cubre este explosivo cóctel de 24 millones de habitantes.
Pero solo será el techo de la ciudad más próspera de China dos años más, porque muy cerca ya toma forma la torre llamada a batir al SWFC. Shanghai Tower dará un salto cuantitativo con su retorcida estructura de 632 metros, y no hay duda de que tendrá su observatorio en superlativo. Claro que es posible que la polución impida ver el suelo.
ZIGOR ALDAM /"El Viajero" (suplemento de EL PAÍS)

No hay comentarios:

Publicar un comentario